Los Caminos del Agua

…El agua continúa con sus trabajos.
El oficio de golpear la madera
que cruje bajo mi piel
en las esquirlas de una soledad dilatada
y yo me aferro a la madera
como un clavo ardiente
que me salve
entre oraciones y suspiros.
BERBEL

A veces la vida y la poesía se juntan, se hacen preguntas se entremezclan de tal forma que se hace difícil distinguir donde termina la existencia y donde comienza la lírica.

En “Los caminos del agua” Berbel nos descubre el mar que nos estremece y nos hace tiritar de emociones. El mar que simboliza la mortalidad y la esperanza, el mar que acoge el sueño y el aliento de una nueva vida. El viaje. La memoria colmada de momentos.

Toca los temas eternos de la existencia, las peripecias de la inmigración, el terror y la amargura de esos hombres y mujeres despojados del calor familiar que buscan silenciosos un camino entre las olas, entre los fantasmas de la oscuridad del océano.

Le grita a las verdades y a los sentimientos, a la violencia y a la muerte cotidiana pero sin desesperación ni desaliento, quizás porque como poeta presenta las cosas como debieran ser y no como son. Y aunque mezcla y armoniza la verdad con la realidad su poesía huye del mundo, se refugia en la niñez. Se sumerge en el universo de los cuentos, en las esencias, en los ecos y en el color. En el movimiento que coordina con tanta exactitud como las estrellas del Universo.

En “Los caminos del agua” sus versos se deslizan, dan vueltas, cantan, juegan al juego de la música y los sonidos. Convierte el ritmo en imágenes poéticas, desentierra tesoros y hace magia del drama. Sabe contarlo.

El lenguaje en muchos de sus poemas se hace melodioso, reiterativo:

Aila aila aila aila ailaaaaaaaaaaaaaa
Adel viene de la lluvia.
Conoce sol, viento, tierra.
Adel viene de la lluvia.
Allí fue por tiempo, por tiempo.
Aila aila aila aila ailaaaaaaaaaaaaaa

Otras veces busca la razón y la emoción, el entorno del ser humano, su comportamiento, sus voces:

Remángate el alma, Khadí,
Nos seas flojo, anda.
Ponte en pie y ve en busca del grano.
Abre tu corazón a las aves y aprende,
Ellas ya amanecieron.

Berbel es además narradora, pintora, ceramista, ilustradora, fotógrafa, directora y guionista de cine, pero sobre todo es una mujer sensible, con una ternura que se desborda de una forma espontánea en sus versos, en su poesía.

“Los caminos del agua” forma parte de una colección que ha sacado recientemente Ediciones Idea llamada El Mirador, cuyo objetivo es propiciar un encuentro intergeneracional de poetas contemporáneas. La directora de la colección es la escritora Elica Ramos.

Autor: Rosario Valcárcel

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